Guadalajara ha sido uno de los lugares que he ido a visitar el pasado verano. Como siempre que voy a visitar una ciudad, ya sea por primera vez (como en este caso) o por enésima vez, fui con mi cámara a cuestas. Me gusta fotografiar todos los lugares que visito. Cuando los visito por primera vez, como ha sido el caso, es una manera de recordar la visita realizada. Cuando repito la visita aprovecho a fotografiar detalles, lugares, edificios y todo aquello que se me pasó por alto en las anteriores visitas.
Lo que más me chocó de mi visita a Guadalajara fue las pocas cosas que me llamaron la atención para fotografiar. Lo que más me gustó fue el palacio del Infantado.
En Guadalajara hay bastantes iglesias antiguas, por lo que si eres aficionado a la arquitectura religiosa, puede ser un aliciente para realizar la visita.
Después de todo el tiempo que ha pasado desde mi visita, mi memoria sólo es capaz de alcanzar lo indicado: palacio del infantado e iglesias.
Pues esto es todo lo que os puedo contar acerca de mi visita a Guadalajara. Si vais con idea de realizar fotos en la localidad manchega yo no lo recomendaría pero, como se suele decir, para gustos los colores, y ahora sólo falta que os animéis a hacer una visita a Guadalajara para tener vuestra propia opinión de si merece o no la pena.
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